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martes, 21 de diciembre de 2010

Cómo decir "Yo emprendo", en chino

Casey Wilson, fundadora de Wokai: "El microcrédito en China está rezagado"
(foto: Jordan Mitchell)

(Textos recobrados de MicroDinero) La provincia china de Inner Mongolia hace años que no tiene buenas cosechas. Pero Ha Si Gao Wa ha podido salir de apuros, luego de pasarse de los cultivos a la cría de animales, según el reporte de la corresponsal Celia Hatton a CBS News.

“Ahora puedo hacer frente a los gastos de matrícula de mi hija”, declaró la campesina china a través de un traductor.

La flamante granjera cambió su dedicación luego de obtener un préstamo de US$ 750 vía Wokai, organización microfinanciera gerenciada por una joven californiana de 26 años, Casey Wilson.

Wokai ayuda a la unión de un donante online con un aspirante a empresario de la China rural: desde un confeccionador de ropa tradicional en el norte de Inner Mongolia hasta un costurero de Sichuan, en el sur del país, todos los postulantes a un microcrédito coexisten en esta comunidad virtual con sus posibles benefactores.

“Luego ellos reembolsan el capital y tú tienes para apoyar a alguien nuevo”, explicó Wilson.

Mientras estudiaba chino en Beijing, Casey se inspiró en una amiga, empleada de restaurant atrapada en la pobreza, que ganaba apenas 100 dólares al mes.

“La única diferencia entre ella y yo era que yo había nacido en Oakland, California, y ella en China rural”, relató Wilson a la corresponsal.

La imposibilidad de ayudar a su amiga la impulsó, junto a la cofundadora Courtney McColgan, a lanzar Wokai cuando apenas tenían 23 años. Ya llevan fondeados más de 500 microcréditos en China.

Mientras florece la economía del gigante asiático, hay todavía mucha necesidad en el país, donde 470 millones sobreviven con menos de dos dólares diarios.

Fundada en marzo de 2007, Wokai -con sede en San Francisco- ha financiado 537 operaciones, con donantes provenientes de 48 países, por un total de US$ 316.506. Tiene una red de 150 voluntarios en China y San Francisco. Cada donante elige el destinatario de su aporte (un mínimo de 10 dólares). El 90 % de los donantes son de los Estados Unidos y una mayoría sino-americanos.

Por su modo de aprovechar las tecnologías, y por la conformación de redes socialmente homogéneas, un periodista de la BBC bautizó recientemente esta experiencia como el “facebook de los campesinos”.

Conceptos de una emprendedora

“China tiene la segunda población más grande del mundo viviendo bajo la línea de pobreza. Así que hay mucho por hacer”, urge la joven fundadora de Wokai toda vez que le toca presentar su organización.

No deja de reconocer que Wokai ha sido posible gracias a la tecnología y que, a través de ella, advienen capitales que el celo regulatorio chino no facilita por vías convencionales: “Dado el contexto, internet es la única forma que tú tienes para movilizar a una comunidad global y conseguir que haya microfinanzas en China”.

“Durante nuestra investigación (antes de poner en marcha la organización), encontramos que el sistema de microcréditos en China estaba rezagado unos 20 años en relación a India, Bangladesh y Sudamérica. Tenía una influencia limitada y baja financiación”, apuntó.

“Lo más difícil de explicar cuando hablo sobre Wokai es que China necesita ayuda. La gente piensa que es una superpotencia rica, y que está creciendo rápidamente. Pero no es así en las áreas rurales, donde no se pueden dar el lujo de enviar a los niños a la escuela, con lo cual hay poca esperanza de eliminar la pobreza en esas familias”.

Wokai, en chino, puede traducirse como “yo comienzo” o “yo emprendo”.

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