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martes, 20 de diciembre de 2011

Micol Pistelli: "Sin datos objetivos la industria puede sufrir riesgo reputacional"


(Entrevista que realizamos junto a Omar Méndez en Valladolid, para MicroDinero.Com).

Micol Pistelli
(foto: MicroDinero)
Día de clausura de la Cumbre Mundial. Reponiendo algo de energías en su hotel, en el centro de Valladolid, la directora de Desempeño Social del MIX, Micol Pistelli, se prestó generosa a dialogar con Microdinero sobre los avances en el reporte que las IMFs hacen a la plataforma MIX Market de sus datos sociales, junto a los financieros.

Medir y disponer de parámetros objetivos y comparables para ver cómo están llegando las instituciones a sus clientes y qué alineamiento tienen sus prácticas con la misión, resulta hoy una cuestión fundamental para la industria, tanto para los inversores como para las propias IMFs, de acuerdo con la experta del MIX -organización con base en Washington- que habla en fluido español salpicado con algunos términos en inglés e italiano (esta última su lengua materna).

MD: ¿Cuál es el rol que tiene el MIX en el tema de desempeño social en la industria?
Micol Pistelli: El rol del MIX es colectar y analizar datos de desempeño social para facilitar una toma de decisiones más responsable, eficaz e inclusiva en la industria de microfinanzas. En tres años desde el comienzo de la recolección de datos de desempeño social, hemos creado una base de datos de más de 600 IMFs, todos disponibles para ser utilizados por los usuarios del MIX Market para hacer análisis.

MD: ¿El número de instituciones se ha ido incrementado en los últimos años?
MP: Se ha incrementado en todas las regiones. La región que reporta más datos es América Latina, que se destaca con el 64 por ciento de las instituciones que reportan datos financieros al MIX Market, que también reportan datos de desempeño social. Los países que más reportan son México, Ecuador, Perú, Colombia y Nicaragua.

MD: ¿Y los países que menos se destacan en América Latina?
MP: Digamos que Bolivia podría hacer más, porque es un mercado muy desarrollado, sin embargo tenemos solo 12 IMFs que envían datos sociales. En nuestra experiencia, las redes juegan un papel muy importante a nivel de entrenamiento de las IMFs y facilitación de datos, no sólo en América Latina sino también en las otras regiones. En América latina, para la colección de datos sociales colaboramos con Redcamif (Centroamérica), RFR (Ecuador), Copeme (Perú) y ProDesarrollo (México), entre otras. El reporte del MIX Market es sencillo y las IMFs pueden reportar datos entrando en nuestra plataforma web o utilizando un cuestionario offline. Sin embargo las IMFs necesitan colectar estas informaciones para poderlas reportar, especialmente por la parte de medición de pobreza y creación de empleo. Entonces necesitan entrenamiento.

MD: ¿Por más que esa información pueda llegar a ser adversa para la institución?
MP: El desempeño social es un trabajo en progreso (work in progress), y son muy pocas las IMFs capaces de reportar datos completos sobre el alineamiento de sus sistemas con la misión y el alcance a los clientes. De todos modos hay mucho interés por parte de las IMFs en demostrar que están interesadas en desempeño social y que están haciendo algo sobre el tema. Esto lo hemos observado especialmente en los mercados más competitivos y donde se ha impuesto la necesidad de mejorar las prácticas, para no perder la credibilidad del sector. En la India, por ejemplo, hemos pasado de 25 IMFs que reportaban el año pasado a 64 este año.

MD: Pero ya hay una conciencia alrededor de las microfinanzas de que los resultados no pueden reducirse al aspecto financiero sino que deben mirarse integralmente…
MP: Exactamente. Eso se está observando especialmente en la parte de protección al cliente, que es un instrumento para el desarrollo de un sector financiero más responsable e inclusivo. Hay mucho interés por parte de los inversores e IMFs en esta área y actualmente es la prioridad en tema de desempeño social. Hay también mucho interés en medir el alcance a los clientes y la satisfacción con los productos, aunque esta es un área de más difícil medición. En tema de pobreza hay muchas herramientas utilizadas por las IMFs, por lo que resulta difícil poder comparar los datos a nivel de país.

MD: ¿Y no es un problema que convivan distintas herramientas y no se trabaje hacia una convergencia?
MP: Bueno, tenemos el Progress out of Poverty (PPI) de Grameen Foundation y el PAT de Usaid que han sido desarrolladas de una forma que permite comparar los datos a nivel de país. Sin embargo sólo una minoría de las IMFs utiliza estas herramientas, aunque el PPI ha crecido mucho en los últimos dos años, con 41 IMFs que reportan estos datos al MIX. En América Latina, Perú y Ecuador son los países que más lo utilizan.

MD: ¿Y por qué crees que es un tema que ha emergido con fuerza y ha acaparado la atención de la industria?
MP: Porque nos hemos dado cuenta que no teníamos datos objetivos y comparables sobre la capacidad de las instituciones de microfinanzas de alcanzar su misión y de ofrecer sus servicios a los clientes de forma responsable, siguiendo estándares éticos y sin sobreendeudarlos. Y sin estos datos la industria puede sufrir un riesgo reputacional y perder la confianza de la opinión pública sobre los beneficios de las microfinanzas para los clientes. Como la industria de microfinanzas ha emergido primariamente desde el sector de non profit, durante años nos hemos enfocado sobre cómo alcanzar un más rápido crecimiento para servir a más clientes y conseguir sostenibilidad financiera, pensando que indirectamente esto iba a beneficiar a los clientes. Pero el desempeño social no es automático. Además algunos estudios que han utilizado randomized control trials (N. de la R: pruebas controladas aleatorias) han evidenciado los desafíos de las microfinanzas en tener un impacto sobre los pobres. El reto es aplicar principios comerciales y financieros para fines sociales, entonces las instituciones tienen que ser capaces de demostrar su desempeño tanto financiero como social.

MD: ¿Y cuál es tu opinión respecto a esos estudios que están restando importancia al impacto del microcrédito en la reducción de la pobreza? Por ejemplo los de Milford Bateman…
MP: No he leído el libro de Bateman así que no puedo comentar en lo específico sobre su estudio, pero lo que creo es que necesitamos más estudios que nos informen sobre cuáles son las mejores estrategias y prácticas a nivel de desarrollo de productos financieros y costos equos para los clientes. El acceso a los servicios financieros es fundamental para que los clientes puedan ahorrar, hacer frente a dificultades financieras y manejar mejor sus recursos. Esto es el aporte principal de las microfinanzas y esto tiene un valor inmenso. No creo que las microfinanzas solas puedan solucionar el problema de la pobreza, pero si son acompañadas de otros programas exitosos en tema de salud y educación, pueden ser una herramienta mucho más impactante a nivel de desarrollo humano.

MD: Como profesional de la industria, ¿cómo observas el momento actual de las microfinanzas?
MP: En los últimos tiempos se está hablando mucho de la necesidad de una mayor inclusión financiera y creo que esta es la dirección que la industria tiene que tomar, para poder garantizar el acceso a aquellas personas que siguen excluidas en los servicios financieros, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Pero tenemos que hacerlo de forma responsable y transparente, para no replicar los problemas que seguimos teniendo con el sector financiero formal. Necesitamos invertir más en estudios de desarrollo de productos que sean alineados con las necesidades reales de los clientes, en transparencia y responsabilidad en los precios para los clientes, y ser más proactivos todos, tanto IMFs como inversores, en buscar y medir estas informaciones, para que las microfinanzas puedan ser una eficaz herramienta de desarrollo.